“La educación se entiendo como el proceso multidireccional mediante el cual se transmiten conocimientos, valores, costumbres y formas de actuar. La educación no sólo se produce a través de la palabra: está presente en todas nuestras acciones, sentimientos y actitudes.” (Wikipedia, enciclopedia libre.)
Según esta definición, con la que estamos de acuerdo, educación es todo aquello que le sea transmitido a una persona (no sólo por otras personas) de manera formal o informal, intencional o no intencional. La educación conlleva un proceso de enseñanza aprendizaje, que bien puede darse en muy diferentes contextos (familia, escuela, calle, amigos, experiencias…). Por supuesto que dentro de lo que nosotros llamamos educación existen grandes diferencias y matices. Por ejemplo la “buena” o “mala” educación, en lo que a forma de comportarse se refiere. También se puede ser educado intelectualmente, pero socialmente ser un “maleducado”.
En este caso, por nuestra condición de futuros maestros, nos interesan los contextos en los que son educados los niños (bien educados) y qué aprenden en cada uno de ellos. Estos aprendizajes son claros en la familia y en las escuelas (guarderías y colegios), pero también son educados en campamentos, actividades extraescolares, escuelas de verano, ludotecas, jugando con sus amigos, viendo algunas películas…En estos contextos los niños aprenden a relacionarse con otros niños de su misma edad, a convivir y ser independientes, respetar a los demás y respetar las normas, aprender a jugar (saber perder y ganar respetando las normas del juego), compartir, mediar, hablar, escuchar. Además de todo esto, en las actividades extraescolares aprenderán lo propio de la actividad.
Aunque sabemos que dos contextos clave para la educación del niño son la familia y la escuela, cabría preguntarse que responsabilidades tiene cada uno. Nosotros pensamos que son dos contextos que en muchas partes de la educación trabajan a la par, pero que en el caso de la familia se centran más en dar valores, conceptos actitudinales, interés por la cultura, normas, responsabilidades y costumbres, mientras que en la escuela se deben centrar más en los conocimientos, convivencia en grupo, resolución de conflictos, motivaciones… Esto no quiere decir que en la escuela no se enseñen valores o en la familia conocimientos (depende de la familia y de la escuela), sino que un niño le afectará, de mejor o peor forma, los valores que le den sus padres y que vea en su casa más que en la escuela.
Así la familia por su parte debe: Transmitir costumbres y enseñanza de normas y responsabilidades familiares. La escuela debe: Enseñar conocimientos y/o estrategias educativas. Y ambos en común deben: Transmitir normas y valores y desarrollar las habilidades sociales de autonomía.
En conclusión pensamos que por regla general, a un niño le afecta más lo que viva en su casa y lo que allí le transmitan, en cuanto a su personalidad. La escuela puede conseguir fomentar intereses en el niño que antes no tenía, siempre y cuando la familia no le diga lo contrario. Por ejemplo, supongamos que una familia es racista y hace comentarios xenófobos delante del niño. Este niño en el colegio lo más probable es que sea racista o que si hablamos de estos temas haga también comentarios xenófobos sin saber porqué. ¿La escuela podría conseguir hacerle entrar en razón e ir en contra de toda su familia? Es difícil, puesto que son niños y no tienen su personalidad forjada, sino que se dejan influenciar por todo.
Por esto creemos que la familia y la escuela tienen que estar estrechamente unidos y que, para esto, la escuela puede organizar diferentes actividades como hacer que los padres participen de la vida escolar (haciendo trabajos juntos, tareas…), organizando más tutorías personalizadas con los padres (al menos una por trimestre), haciendo eventos como fiestas, teatros o jornadas de puertas abiertas, concursos de padres e hijos…
Según esta definición, con la que estamos de acuerdo, educación es todo aquello que le sea transmitido a una persona (no sólo por otras personas) de manera formal o informal, intencional o no intencional. La educación conlleva un proceso de enseñanza aprendizaje, que bien puede darse en muy diferentes contextos (familia, escuela, calle, amigos, experiencias…). Por supuesto que dentro de lo que nosotros llamamos educación existen grandes diferencias y matices. Por ejemplo la “buena” o “mala” educación, en lo que a forma de comportarse se refiere. También se puede ser educado intelectualmente, pero socialmente ser un “maleducado”.
En este caso, por nuestra condición de futuros maestros, nos interesan los contextos en los que son educados los niños (bien educados) y qué aprenden en cada uno de ellos. Estos aprendizajes son claros en la familia y en las escuelas (guarderías y colegios), pero también son educados en campamentos, actividades extraescolares, escuelas de verano, ludotecas, jugando con sus amigos, viendo algunas películas…En estos contextos los niños aprenden a relacionarse con otros niños de su misma edad, a convivir y ser independientes, respetar a los demás y respetar las normas, aprender a jugar (saber perder y ganar respetando las normas del juego), compartir, mediar, hablar, escuchar. Además de todo esto, en las actividades extraescolares aprenderán lo propio de la actividad.
Aunque sabemos que dos contextos clave para la educación del niño son la familia y la escuela, cabría preguntarse que responsabilidades tiene cada uno. Nosotros pensamos que son dos contextos que en muchas partes de la educación trabajan a la par, pero que en el caso de la familia se centran más en dar valores, conceptos actitudinales, interés por la cultura, normas, responsabilidades y costumbres, mientras que en la escuela se deben centrar más en los conocimientos, convivencia en grupo, resolución de conflictos, motivaciones… Esto no quiere decir que en la escuela no se enseñen valores o en la familia conocimientos (depende de la familia y de la escuela), sino que un niño le afectará, de mejor o peor forma, los valores que le den sus padres y que vea en su casa más que en la escuela.
Así la familia por su parte debe: Transmitir costumbres y enseñanza de normas y responsabilidades familiares. La escuela debe: Enseñar conocimientos y/o estrategias educativas. Y ambos en común deben: Transmitir normas y valores y desarrollar las habilidades sociales de autonomía.
En conclusión pensamos que por regla general, a un niño le afecta más lo que viva en su casa y lo que allí le transmitan, en cuanto a su personalidad. La escuela puede conseguir fomentar intereses en el niño que antes no tenía, siempre y cuando la familia no le diga lo contrario. Por ejemplo, supongamos que una familia es racista y hace comentarios xenófobos delante del niño. Este niño en el colegio lo más probable es que sea racista o que si hablamos de estos temas haga también comentarios xenófobos sin saber porqué. ¿La escuela podría conseguir hacerle entrar en razón e ir en contra de toda su familia? Es difícil, puesto que son niños y no tienen su personalidad forjada, sino que se dejan influenciar por todo.
Por esto creemos que la familia y la escuela tienen que estar estrechamente unidos y que, para esto, la escuela puede organizar diferentes actividades como hacer que los padres participen de la vida escolar (haciendo trabajos juntos, tareas…), organizando más tutorías personalizadas con los padres (al menos una por trimestre), haciendo eventos como fiestas, teatros o jornadas de puertas abiertas, concursos de padres e hijos…
Yo estoy de acuerdo con que la familia es la encargada de transmitir costumbres y enseñanza de normas y responsabilidades familiares, pero la escuela debe reforzar estos aprendizajes.
ResponderEliminarMaría Díaz 1º De Primaria
Yo también estoy de acuerdo en eso, no que se oye a muchos padres que dicen que la educación la tienen que aprender en el colegio y eso no es cierto, bajo mi punto de vista, ya que los padres son los encargados en la educación de sus hijos y la escuela debe reforzar esa educación.
ResponderEliminarCristina Rollano Santamaría
1º Primaria
Los padres y la escuela deben de ir juntos para formar al niño porque en ambas se enseñan cosas diferentes e iguales, por lo tanto no tienen que ser independientes.
ResponderEliminarIzamar. 1º de primaria.